EL VIAJE HACIA LO PROHIBIDO

En aquella ocasión, tuve miedo al miedo... a la vez cobró vida mi coacción, desearía evitarlo, no quisiera tenerlo... que nunca me atenace, que nunca me arrastre, como aquella mar en noche revuelta... si le hago caso pierdo mi esencia, si le tomo en cuenta estaré en deuda con mi libertad, si un día le pierdo el respecto le quitaré de mi camino, pues la subjestion también me observa, para que no haga algo parecido. Si logro vencerle mi mundo quizas sea más amplio, mis reparos se quedarán obsoleto, mis temores quedarán oxidados, y los conflictos en el subconsciente quedarán desdibujados....

"Que contradicción...reitero..., no tener miedo a la obsesión más benigna, es algo que tampoco quiero....", creo que tener obsesión aunque sea por amor o por pasión, acaba siendo esquizofrénico... te vas de tú realidad, acabarás tomando un orfidal, no quiero divorciarme de mi equilibrio, quizás le pueda alquilar por horas, o dejarlo en algún club, y recogerlo en el andén perdido. Haré un pacto de por vida con el sentido común, y su locura restringida, mientras despisto aquella obsesión que tanto pavor me infligía....