LA ABUELA
“Permitidme acercarles a un país, concretamente al decimosexto, en la calle veintisiete de Octubre del año eternidad, allí vivía activamente la hija del huracán llamado “Longevidad”. quién la conocía, la tildaba de eterna y genuina, jamás te dejaba indiferente, como te descuidaras, te liaba deliberadamente. Su televisión no era más que la ventana que daba a su jardín, En ella, veía a la gente en su ir y venir. A quién aterrizaba en su país le obsequiaba exquisitos aromas culinarios con alguna que otra estéril espina que dejaba tras de si. La abuela, era manojo de garra con pasión y su enorme de lucha constante, te llegaba al corazón. Tenía el molde de una mujer echa a si misma, siempre caminaba con su pasaporte llamado “Decencia”, su implacable tozudez iba acorde con su independencia, sus “Comisiones”….era la mejor salida para quitarte la paciencia. Estaba doctorada en proponerte dilemas a pares, te entretenía con sus peticiones que iban cargadas de anécdotas y curiosidades. En esta oc...