COLEGIO CASTILLA

"Tal vez dicho simulacro
sea atracar en el big bag
de este particular simulador
de Adrones,
la forma lo dictara el espacio de este intento
que es un solemne
clavel en forma de relato,
tampoco descarto el engendro
de un melacólico poema,
pretendo que vengan a invadirme
manojos de momentos marcados
de retroactivos alimentos
que vayan desde el desván
de las imposturas
hasta las isla de las Antillas,
equipajes en forma de experiencias
de los seis años que viví
en el Colegio Castilla.
Fabrica de personas con valores en alza,
colecciones de gladiadores
armados de calidad suprema,
ellos embadurnan cremas
de riquezas interior,
dedicacion a tenor de algún que otro
merecido capón.
Contemplo el retrovisor del tiempo
y me veo tan pequeño
como un ensayo sin embadurnar,
andaba tan campante
ignorando la ignorancia con exenta
responsabilidad,
instructores que trataban de aliviar
enormes cegueras intelectuales.
Llamadas nocturnas a casa
de que aquella Estrella,
su objetivo era iluminar
mi implacable oscuridad,
mi primer tutor me sostuvo
dos intentos,
su elegante bigote hace honor
a su profesión,
con sentido común y sin pudor...
no me dejó en un islote
correteaba tras él en el recreo,
jamás supe el por que del subversivo interes
cuando lo mas propio era la evasión,
¿seria la inquietud que se interponia
en mi observar
entre aquella figura y otro prisma
piramidal?
Me vienen a la mente a borbotones
el esbozo de una letanía con el molde
de una gabardina del mes Abril
posada en la ironía,
aquel Luis en estado sólido,
sus clases eran tan apasionantes
como un bolido,
¿y que me dicen de la maestra mas guerrera
en forma de apellido y apariencia?
su bata blanca hace honor a su pacífica
transparencia.
Don regadera y nuestro pacto
el cual se unió una tercera parte
en este poco ortodoxo acto,
nos soltaron en Benidorm sin devoción
por parte del profesor,
aquella noche quedo cristalino
cual era nuestra primera intención.
Con permiso del profesor de matemáticas
acto que hace presencia este verso musical:
Nacer no es el principio de nada pues algo
que no es nuestro ya estaba en cualquier parte.
resalta el placer que uno puede tener
al poderlo romper,
sorpresas y caprichos del perspicaz destino,
se vierten leches sin cafe Gijón
cuando nos sentamos en este o aquel bar
para intercambiar versos y estilos.
Y hasta aquí las palabras me permiten escribir
dejando a buen seguro tinteros repletos
de armarios sin fondos,
donde se sutenta el néctar al colibrí,
el colegio donde crecí siempre
tendra en mi,
un espacio donde recordar
profesores a quienes admirar."