EL CUADRO
Cuando observamos un cuadro de Goya o Velazquez, contemplamos como un conjunto de cosas, animales o personajes, van buscando de forma armoniosa un lógica en lo que desea representar el pintor. El observador, por el mero hecho de ser testigo, está influyendo en la realidad de ese mismo momento, a su vez, nos centramos en lo que estamos observando e interpretamos en lo que está sucediendo en el mencionado cuadro, por lo que tal vez, pensamos en lo que quizás pueda suceder, o incluso llegar intuir en el acontecimiento "del después". De igual modo tenemos el cuadro de la vida, el cual pintamos cada día, quizás al ser humano nos vendría bien una dosis de improvisación, o la capacidad de sorpresa en nuestros actos en forma de inyección, saltarnos las reglas o el guión preconcebido en forma en canción, descarrilarnos o esquivar lo previsible a su vez..... SERÁN SINTOMAS QUE PODREMOS VIVIR OTRA VEZ."