ENTRE PLATO Y PLATO....UN BAILE...

Si avisan,
invitamos de buen grado a las excusas
que rellenen parcos silencios,
se disfrazan de engaño las razones
que intervienen y entierran tensiones
en tumbas de arenas movedizas.

Vertebrados son...
los momentos que transgreden
al crepuscular problema
de doble capa aguardillada
con su revés...
una breve huida del salón...
-¡no será para tanto!...
dijo lamentándose su Merced.

Un desdén o un breve guiño...
un amén sin previo aliño...
un golpe de tenedor de un tal Treviño...

Como entrante... un ausente dialogo
servido a la mínima expresión...
tan mínima...
que apenas cabe una onomatopeya con calzador,
ni tan siquiera aquel arquitecto de palabras
construiría un breve adjetivo entre miradas temerosas.

Tirando de imaginación para evadirse
de este cementerio de silencios
que asola esta decente sobremesa...
una juguetona que dicen por ahí...
que es pintora de desiertos lívidos,
toma por victima aquel virgen imberbe...
que posaba de frente a sus irreverente intenciones...

le obsequió un sutil masaje con sus finas unas de los pies...
en cuya entrepierna emergía....-un podéis imaginar-...
todo cocinado con un insinuante fuego lento,
ambos se alimentan de complicidad aderezada
con intrigantes sonrisas,
inapreciables gestos que daban rienda suelta
al soez disimulo de lenguas....
regocijándose en el esplendor del querer y no poder...

Una escena nuclear,
un menú idóneo para quién se veía
por primera vez en el hilito que pende del delirio...

su idilio tuvo un temprano final...

Ella sin mas, se ausentó...
viajando sin salir a las Antípodas
que linda con lo virtual destacando...
su cerrojo absorto,
su seca laringe,
su represión al grito,
su París invocando a su individual colofón.